La crisis llega a las bibliotecas

Debido al estilo de vida que nos toca vivir, es aconsejable no hacerse con muchas propiedades que deban acompañarte en los distintos tránsitos de tu vida profesional. Algunas de estas posesiones son los libros. Un buen compañero de viaje en solitario, pero una pesadilla cuando forma clanes y mafias en alguna estantería de tu casa.

Por recomendación de una compañera decidí hacerme con el carnet bibliotecario de mi barrio madrileño y sacarle partido. La verdad que, el sistema de bibliotecas de la comunidad está bastante bien organizado, y tiene una serie de servicios para diferentes colectivos con problemas de movilidad. Sólo hay que informarse y tener un teléfono desde el cual llamar.

La única queja que tengo es sobre el recorte de presupuesto debido a la crisis. El servicio de compra de ejemplares por sugerencias del usuario ha sido capado. No sé exactamente si se extiende a la adjudicación de nuevos volúmenes en general. Me gustaría cerciorarme de que mis sospecha no sean ciertas.