30 marzo 2009

'Mintir'

No me apetece escribir idioteces. No me apetece sonreír. No me apetece escuchar a la vocecilla patética que ahora escribe este blog. Estoy harto de mi autocompasión y mi falta absoluta de autoestima.

Autoestima. Una palabra que dentro de mi tesis habitual se sustituye por egoísmo. Hay mucha gente que está harta de repetir a sus amigos que deben quererse a sí mismos, y no acrecientan esos consejos con halagos. La autoestima no existe de la nada y no hay nadie que pueda creerse la mejor persona del mundo si no se encuentra rodeado de alguien que le dé mimos y se lo constate. De hecho, por qué cuando estamos deprimidos lo que más nos anima es la voz de un ser querido alabando todo lo que ni nosotros ni los demás ven.

Los ejemplos de D. Autoestima que he conocido en mi vida suelen consistir en un arrogante, propagandista y pedante megáfono. Por la mañana podremos disfrutar de los fabulosos hechos del fin de semana, al mediodía de los avances precisos y certeros en su trabajo y por la tarde una lista de interminable de hobbies culturales. Eso sí, todo ello sin la esperada alabanza por parte de los espectadores. Para nada.

Qué pena que nunca ordene mis ideas en párrafos, creando perfiles de personalidad. De esa manera, sería más fácil catalogarme por título y autor.



Uno de los temas que canto por la calle. Eso sí, cuando aparece un extraño por una esquina disminuyo sustancialmente el volumen.

3 comentarios:

Shugopy dijo...

Interesante postura. La autoestima que puedo tener depende de las personas que me rodean. Me gusta la idea y la encuentro deliciosa! Te seguire leyendo, me gusta tu forma de pensar (o al menos me gusta como yo interpreto tu forma de pensar)

Nils dijo...

La autoestima no depende de los demás, va en contra de su propia naturaleza. Y ponte a sonreír ya, que para eso iluminas al que te rodea cuando pones tu famosa 'snrisa picarona' que tantos corazones ha roto ya, pillín jejeje

Anαβ dijo...

Shugopy, gracia por intenar leerme, con lo mal que me explico. Y que pena que se quede todo en texto ni no en conversaciones.

Nils, yo conozco, creo, una única persona que me haya demostrad que su autoestima sólo dependa de ella. Seran juicios míos, pero también es mi teoría.
Y ahora no respiro.