13 abril 2009

Premio al riesgo

Debido a la vasta cantidad de información que tenemos hoy en día es complicado descartarse fácilmente de todo lo que se nos oferta en los panfletos de publicidad. Sobre todo si tienes un síndrome de Diógenes tan grave como el mío.

En una visita de caña a la cafetería XXX pude enriquecer el montón tarjetas que se acumulan en la espaciosa mesa de mi sala de estar. Como la publicidad estaba bien direccionada para un animal en primavera, se repetía tres veces la palabra sexo. Así que teniendo a tres fáciles víctimas en acompañarme este fin de semana, el plan del sábado noche empezaba con una visita al Espacio Escénico DT.

La obra no engañaba en su publicidad. El tema era claramente seguido en los diálogos de la obra. Pero, justamente, eso es lo que le faltó. La obra tenía unas conversaciones bastante limitadas en su duración pero la estructura solventaba ampliamente este defecto. Un alto número de escenas musicales y unos medios aprovechados hasta el último kilovatio. En resumen, el buen hacer y el saber explotar un concepto de teatro. Me encantó la idea de grupo que declara la productividad a gritos sin caer en la asquerosa cara de los papeles verdes.


Estoy completamente encantado con el disco Yoav. Lo he vuelto a descubrir y no puedo parar de escucharlo.

3 comentarios:

Unknown dijo...

hace tiempo que no voy al teatro...

Anónimo dijo...

me sumo a lo que dice el guapo vasco

ITO dijo...

Rayos, sindrome de Diógenes, no sabia que eso podria ser un transtorno... ahora se lo que tiene mi amigo, el loco de los gatos...

Chico lo que uno aprende leyendo tu blog...

pd. Por cierto, andaba desaparecido, me estoy actualizando.

Abrazos