Cambio de modelos

El cóctel de hormonas producido en la adolescencia suele encontrar una buena válvula de escape en la publicidad. Recuerdo la desorientación que tenía yo en esa época.

Los referentes visuales que te encontrabas no te aclaraban nada. Tus compañeros de instituto estaban locos por el cuerpo de cualquier presentadora de televisión, los carteles publicitarios sacaban su lado más erótico. Tú no conseguías comprender como sentían esa atracción, podría ser porque todavía estabas en la niñez y esas cosas llegarían con el tiempo.

Pero no fue así. Captabas que tu inclinación no era exactamente la que ellos no paraban de remarcar. ¿Sería parte de un juego social masculino?. Entonces intenté buscar los referentes en el otro género. Ellas no paraban de rellenar sus carpetas y cuadernos con actores, cantantes y presentadores de la SuperPop. Eso tampoco era para ti. Entonces, ¿qué ocurría?.

Únicamente era una ausencia de referencia. ¡Aún recuerdo la primera vez que entre la página ErJavi!. No sé si era la impetuosa necesidad de pertenecer a un grupo o la búsqueda de una definición personal. ¡Por fin encontré los modelos que quería ver en las marquesinas!

¿Cómo me sentiría en una ciudad en la que todos los modelos publicitarios tuvieran tres cifras en su última visita a la báscula?