16 enero 2009

Finding Josh Gad



Las leyendas urbanas propagandísticas de una obesidad aplastante en Estados Unidos son falsas, doy fe. También puede ser que los guapos por metro cuadrado no abundaban, condición que va adherida a la barriga en mi proceso visual de selección. Siempre se ha dicho que el sobrepeso en el país dueño del mundo era un problema, lo que para otros es la única bendición del consumismo. Así que me dispuse a abrir párpados y disfrutar de un porcentaje poblacional no acostumbrado por este continente.

Todas las perspectivas han sido destrozadas por un número limitado de gorditos desproporcionados corporalmente, el típico caso de aceituna-dos-palillos. Pero mi búsqueda fue saciada por el mando de la butaca del avión. La película en la que participaba Josh Gad, 'The Rocker', era bastante deficiente, sólo salvada por alguna aparición del nuevo actor a tener en cuenta. Ya lo había disfrutado en la videoclip '21 Black Jack' e incluso hubo un intento de mostrar algo de chicha, pero creo que moriré sin ver un gordo en Hollywood desnudo sin reírse de él. Disfrutando como un servidor de esos momentos de variedad.


5 comentarios:

Nils dijo...

Es que tú has estado en NYC y, junto a Los Ángeles, es la zona con menos gorditos de América del Norte. Deberías probar en el centro del país jejejeje

Mugalari dijo...

Pues no se que decirte... es que para mi además de la barriga, un poquito de pelo es más que necesario, y este me parece un poco lampiño, jejejeje... De todos modos, si decides hacer una incursión por la américa profunda como sugiere Nils, en busca de pancitas, avísame que lo mismo me apunto!!

Anαβ dijo...

nils, puede ser, pero creo que estoy muy mayor para un momento brokeback mountain.

Mugalari, estupendo, ya tenemos un método de reparto. Los peluditos para ti, los lampiños para mi. Nunca he sido un integrista del pelo, pero de las barrigas soy un fan declarado.

Mugalari dijo...

De todos modos, Anαβ, yo tampoco tengo ningún problema por compartir si es que hace falta :P

Anαβ dijo...

Yo lo de compartir lo llevo bien hasta cierto punto. Si es un juego en el que todos conocen las reglas estupendo, pero que realmente se ponga todo sobre la mesa que después pasa lo que pasa.

Por otro lado siempre he dicho que no existe algo tan egoista como compartir a tu pareja.

Puede ser que me haya puesto muy serio, así que para compensar voy a buscar a otro que compartir para mañana.

un beso